Sinopsis: Jamie, un atractivo joven con carisma suficiente como para llamar la atención de cualquier mujer es despedido de su trabajo por devaneos sentimentales y se decide a entrar a la industria farmaceútica. En su esfuerzo por conseguir éxito profesional coincide un día en una consulta con Maggie, una chica en el primer estadio de Parkinson y la horna de su zapato con respecto a las relaciones.
Director: Edward Zwick
Guión: Charles Randolph, Marshall Herskovitz y Edward Zwick
Cast: Anne Hattaway y Jake Gyllenhaal
Lo único señalable de la película es la actuación de Anne Hattaway, que ya ha demostrado con creces que es una actriz de las más importantes actualmente y que su fama es totalmente merecida, aunque aún no sé si sabría desenvolverse en otro ámbito que no fuesen las comedias románticas.
A parte de Hattaway nos deslumbra el trabajo en la fotografía, que mejora considereblemente la película, sobre todo en escenarios como el café o la casa de Maggie.
A pesar de estos puntos el director no ha sabido explotar bien los recursos e ideas originales que se planteaban para poder hacer destacar a esta película y que finalmente han quedado en la nada, apoyando tímidamente a la trama romántica.
Uno de estos puntos era el escenario de la industria farmaceútica, el cual no suele ser demasiado explotado en el cine y a pesar de poder hacernos una idea de los trapicheos que transcurren en todo este escenario, estas ideas son vagas y sin mucho respaldo.
Otro de los puntos desaprovechados era el intento de drama que quiere darse a la película, constituyendo uno de los giros de la historia que quizás esta vez sale un poco del gran tópico de estas películas: nadie es pillado en la cama con nadie, ni hay celos de por medio. Sino que todo gira en torno a su enfermedad. Este tema es tratado desde un punto de vista que a muchos no les hará demasiada gracia y para qué engañarnos, la idea está ahí, pero no se ha sabido llevar a cabo, lo cual me hace recordar que Hollywood ya apenas sabe hacer un drama en condiciones. Si queremos algo así, tenemos que recurrir a Sundance.
De este modo tenemos una comedia romántica desarrollada en el ámbito de la industria farmaceútica y con un trasfondo melodramático que a pesar de ser creíble gracias a la actuación de Hattaway, pierde fuerza por todos los lados que como mucho aspira a conmover a su público más sensiblero.
La labor de dirección es un poco descolocante, en gran número de ocasiones Zwick nos presenta escenas inconexas y con un débil hilo conector en el que el paso del tiempo no queda claro en ningún momento y hace que el espectador acabe perdido mirando a una escena preguntándose el cómo y el cuándo.
En resumen, película para pasar una tarde si no tienes nada mejor que hacer, pero de la cual no se puede esperar gran cosa.
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